Recogemos con
alegría el encuentro que hemos tenido el 12 de mayo con nuestras hermanas que un día decidieron
vivir el Carisma de Providencia de otra manera.
Muchas han
llamado, agradeciendo este detalle de haberlas invitado en este Año
Jubilar y hemos podido conversar con
ellas largamente por el recuerdo tan bueno que tienen de Idiazábal del tiempo
que fueron canónicamente Hermanas de la Providencia Todas
A las 10,30
fueron llegando, la acogida fue calurosa, saludos efusivos y abrazos, al mismo
tiempo que nos adentrábamos en la casa en memorias y en preguntas; todo marcado
por la espontaneidad.
Perico, a
quién se le encomendó una breve charla,
llegó con catarro y un poco afónico, después de hacer de guía en
Jerusalén con un grupo.
A las 11,00,
ya en la sala de comunidad, después de unas palabras de bienvenida de Mª
Ángeles, Perico nos habla de “hacer
experiencia del Espíritu Santo como “testigo”. Tema URGENTE HOY. Después de leer unas frases de San Serafín de Sarov y
de Martín Luter King, se detuvo en unos textos de San Juan y San Pablo que hacen referencia al Espíritu
Santo, subrayando de manera especial Rm 8, 14-16. “se siente hijo/a de Dios” y
Gal 5, 22 “persona de una pieza”: el fruto del Espíritu Santo.
Después de un
descanso donde se fueron compartiendo experiencias entre las Hermanas, a las
12,30 celebró la Eucaristía del Espíritu Santo.
Al terminar la Eucaristía pasamos al
comedor que nos esperaba la mesa preparada con detalle y una sabrosa comida
preparada por las cocineras con tanto cariño.
A la tarde fue
una convivencia libre, cada cual con la que quería conversar.
Fue un día muy
bonito de encuentro y de muchos recuerdos vividos juntas. Las participantes no
se cansaban de agradecer esta oportunidad que han tenido de acercarse a
Idiazábal y poder charlar con la Hermanas. Algunas visitaron a las Hermanas de la
enfermería ya que tenían gran deseo.
Damos gracias
a Dios por este día, por todas las que vivimos el Carisma de Providencia allí y
acá, construyendo el Reino.
