domingo, 22 de enero de 2012

SER PROVIDENCIA


  “SER PROVIDENCIA, CREANDO VIDA Y HACIENDO FUTURO”,

         
Las Hermanas de la Providencia celebramos como estaba previsto la apertura del Año Jubilar el día 14 de Enero, en los 30 países donde nos encontramos unas 3.223 Hermanas.
Se vivió este acontecimiento, con las Hermanas  de la Provincia, y inter Provincia, el pueblo  de Idiazábal, sacerdotes que han tenido estrecha relación con nosotras y con los amigos/as de las Hermanas.
Toda la celebración se llevó a cabo en un tono sencillo, festivo y agradecido.Se celebró   una Eucaristía de acción de gracias en la Parroquia, presidida por el Sr. Obispo de la Diócesis D. Jose Ignacio Munilla, y concelebrada por 18 sacerdotes; numerosas Hermanas llegadas de las distintas Comunidades, mucha gente del pueblo y amigos/as de las Hermanas. La Eucaristía fue animada por el Coro Parroquial que con gran esmero preparó los cantos y estrenó el Himno a la Providencia en euskera, compuesto  por Luis Elizalde y la letra de D. Imanol Aldaregía.  El Sr. Obispo recogió brevemente el semblante de nuestro Fundador y los principales aspectos de nuestro Carisma, principalmente la confianza y el Abandono en la Providencia. A la salida de la Iglesia se repartieron a los asistentes unas estampas de Juan Martín Moyë con la oración del Año Jubilar.

Seguido en los locales de los padres de familia, un grupo de personas voluntarias  del pueblo sirvieron un sabroso lunch, al que asistieron la mayoría de los asistentes a la Eucaristía. Al mismo tiempo que se saboreaban los sabrosos aperitivos se pudo ver un montaje  preparado para el momento, con fotografías que se remontaban  a los años 60  y siguientes, la gente miraba con admiración y detalle las fotos.
En el Convento un grupo de personas se esmeraba por preparar el menú para la comida con todo detalle, el comedor se preparó de víspera y quedó muy lucido, la casa estaba adornada con murales que habían  hecho algunas Hermanas en las vacaciones de verano.
El comedor se llenó y se sirvió una  deliciosa y sencilla comida, que en buena armonía se pudo degustar. En los postres los sacerdotes, allí presentes, amenizaron la sobremesa con unos  preciosos versos y la poesía de una Hermana.  Se termino la comida con el canto del “Agur Jaunak”         
            Verdaderamente fue un día grande, inolvidable. Un día de agradecimiento al Señor y a nuestro Fundador Juan Martín Moye  por estos 250 años de fidelidad con las Hermanas. Se siente que el Señor cuida de sus hijas abandonadas a su amorosa Providencia.
           

                                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario